miércoles, 17 de noviembre de 2010

Algunos consejos para comenzar

A algunos niños les puede gustar demasiado probar nuevas cosas pero hay que ser racional y darle al principio poca cantidad de comida.



La mamá puede elegir el horario en que le va a dar la comida. No importa que sea al mediodía, a la tardecita o a la noche. Lo que sí importa es que tanto la mamá como el bebé puedan disfrutar de estos momentos relajados y tranquilos.

La segunda comida se incorpora hacia los 8 meses, en un horario opuesto al de la primera. Si la primera fue el almuerzo, la segunda será la cena, o al revés.

Llegados los 7 meses se le puede dar al bebé flanes o postrecitos, caseros o comprados, que pueden reemplazar a la fruta del postre.

También se incorporan las verduras de hoja verde.

Se le puede dar polenta y sémola. También podemos comenzar a darle arroz, pero previamente tamizado -es decir, hecho papilla- para evitar que el pequeño se atragante con los granos.

Las carnes rojas como las blancas también pueden incorporarse alrededor del séptimo mes. Las carnes le aportarán fundamentalmente las proteínas necesarias para el crecimiento. Estas deben estar siempre perfectamente cocidas.

El hígado, que es una importante fuente de hierro y proteínas, también puede incorporarse alrededor de los 7 meses.

Al octavo mes, el bebé incorporará la segunda comida del día: si la primera comida era el almuerzo, será la cena, o viceversa.

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